¡No fue de la patada!
Debía ser un duelo de artilleros entre dos de los mejores “nueves” del mundo, el duelo del morbo. Ibrahimovic contra Eto’o, ambos enfrentándose a sus ex compañeros tras protagonizar el trueque del verano.Sin embargo, Inter y Barcelona empataron 0-0 y a Zlatan y Samuel apenas se les vio, sobre todo a este último, cuya única aparición ofensiva se produjo a poco del final, cuando intentó sorprender a Valdés con una inocente falta lejana.Ibrahimovic, a quien la afición interista recibió de uñas, no hizo mucho más: dos controles de cierta dificultad tras sendos pases magistrales de Xavi que al final no acertó a rematar.Con todo, los azulgranas merecieron los tres puntos. Pudo golear cuando peor jugó y apenas dispuso de ocasiones cuando tenía al Inter encerrado en su campo.El conjunto transalpino no exhibió ayer las virtudes que acostumbra a tener el campeón del “calcio” ni tampoco las que se le presupone a un claro aspirante a ganar la Champions League.Su fútbol áspero y rocoso sólo apareció en la segunda parte. En la primera, el equipo de José Mourinho careció de rigor táctico y su fragilidad e indolencia en la fase defensiva le podía haber costado el partido por poco que el Barza hubiese estado algo más acertado.El 0-0 quedó congelado. Un empate favorable para un Barcelona que seguro mereció un mayor premio por su interés por lograr la victoria.
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